El Barça destroza al Valencia

Un 6-0 en el marcador en el que los catalanes fueron muy superiores

Barça- Valencia/ Dani Barbeito

El Estadi Johan Cruyff fue testigo de una de esas noches en las que el Barça se reconoció a sí mismo. Con un juego dominador, ofensivo y eficaz, el equipo azulgrana aplastó al Valencia con un contundente 6-0 que dejó claro quién mandó de principio a fin.

Desde el pitido inicial, el Barça se adueñó del balón y del campo. Movió la pelota con paciencia, obligando al Valencia a replegarse cada vez más cerca de su área. Pedri y Fermín López se multiplicaban entre líneas, mientras Ferran Torres y Raphinha buscaban abrir el campo y desbordar por fuera. El Valencia, consciente de la diferencia de potencial, trató de resistir con un bloque bajo, cerrando espacios y esperando un contragolpe que nunca llegó a materializarse.

La superioridad blaugrana acabó encontrando premio en el minuto 29, cuando Fermín abrió el marcador tras una buena combinación. A partir de ahí, el guion no cambió demasiado: Barça insistiendo, Valencia aguantando como podía. Sin embargo, tras el descanso, la resistencia visitante se vino abajo. En apenas veinte minutos, el equipo de Flick liquidó el partido con tres goles más: Raphinha aprovechó un error en la salida rival, Fermín firmó un golazo desde fuera del área y el propio brasileño completó su doblete con una definición impecable.

El Valencia se desmoronó. Sin ideas en ataque, incapaz de sostener la presión y superado en cada duelo, acabó viendo cómo la goleada crecía. La entrada de Lewandowski fue la puntilla: el polaco, con olfato de nueve puro, anotó dos tantos más en los minutos finales para cerrar el 6-0.

El Barça no solo ganó, sino que convenció. Fue un equipo agresivo en la presión, fluido en la circulación y letal en el último tercio. Fermín y Raphinha brillaron con luz propia, mientras que Lewandowski recordó que sigue siendo un delantero de clase mundial. Por el contrario, el Valencia dejó una imagen frágil, especialmente en defensa, y sin apenas recursos ofensivos para inquietar a un Barça que jugó prácticamente a placer.

En resumen, una goleada incontestable que refuerza la confianza culé y deja tocado a un Valencia que nunca encontró la manera de competir en el Johan Cruyff.