El Rayo negocia la cesión de Maximiano

El mercado de fichajes vive sus últimas horas con la tensión propia de agosto y uno de los nombres propios en Almería es el de Luis Maximiano

El guardameta portugués, con contrato hasta 2029, se ha convertido en protagonista de una negociación a contrarreloj que apunta a terminar con su cesión al Rayo Vallecano.

Desde hace semanas, Maximiano no trabaja con el grupo y su salida parecía inevitable tras la llegada de Andrés Fernández, llamado a ser titular en el nuevo proyecto rojiblanco. El portugués, que aterrizó en Almería en 2022 cedido por la Lazio y cuyo pase fue adquirido por más de siete millones de euros, busca minutos y continuidad en Primera División, consciente de que en el Mediterráneo no tendrá espacio.

El club madrileño se ha movido rápido tras la inminente salida de Dani Cárdenas, tentado por el Zaragoza. Esa vacante ha abierto la puerta a Maximiano, que ve con buenos ojos unirse a un equipo de la máxima categoría y competir desde ya. Los contactos entre las tres partes Almería, Rayo y el representante del jugador, avanzan y la operación podría cerrarse en cuestión de horas.

Durante el verano, el nombre de Maximiano estuvo en la agenda de clubes como Valencia, Levante o Elche, pero ninguna de esas vías prosperó. El Rayo, sin embargo, ha puesto toda la carne en el asador para cubrir un puesto clave antes del cierre del mercado, fijado para la medianoche del 2 de septiembre.

Con solo 26 años, Maximiano aún tiene margen de crecimiento y no renuncia a demostrar su valía en España. En Almería, sin embargo, su etapa parece haber llegado a un punto muerto. El club rojiblanco apuesta por cerrar pronto su cesión y liberar un puesto en la portería que estaba claramente sobrecargado.

El caso Maximiano resume la tensión de un mercado que siempre guarda giros en el tramo final. El Almería busca aligerar plantilla, el Rayo necesita un guardameta fiable y el futbolista desea minutos. Los tres caminos confluyen en Vallecas. Solo falta la firma para que la “salida caliente” del portugués se convierta en el último movimiento sonado del verano rojiblanco.