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El Real Madrid sufre, pero avanza a semifinales: una victoria agónica ante un Dortmund rebelde

Un Madrid con mucho dominio, pero que terminó sufriendo en un final de infarto
Un Madrid con mucho dominio, pero que terminó sufriendo en un final de infarto

En un duelo que prometía espectáculo y no defraudó, el Real Madrid logró imponerse por 3-2 al Borussia Dortmund y se clasificó a las semifinales, donde le espera el PSG. Lo hizo con autoridad durante buena parte del encuentro, pero acabó pidiendo la hora tras un final absolutamente frenético que incluyó tres goles en el tiempo añadido, una expulsión y una intervención salvadora de Thibaut Courtois.


Los de Xabi Alonso, que parecen haberse reencontrado con el juego fluido y vertical de antaño, dominaron la escena durante más de 80 minutos. Sin embargo, el Borussia Dortmund, lejos de rendirse, mostró ese carácter rebelde que lo caracteriza y puso contra las cuerdas al equipo blanco en los compases finales, obligando al Madrid a sostener su pase con el alma en la boca.


El primer tiempo tuvo un ritmo alto, aunque no frenético. El Madrid tomó el control del balón desde el inicio, confiado en la calidad de su centro del campo, donde Bellingham, Güler y Valverde dictaban el ritmo. Apenas habían transcurrido 9 minutos cuando Gonzalo García abrió el marcador tras una gran asistencia de Güler.


El tanto liberó al conjunto merengue, que se sintió cómodo y comenzó a manejar el encuentro con soltura. En el minuto 20, fue Fran García quien firmó el segundo tanto, culminando una jugada colectiva que inició con una recuperación de Valverde y una asistencia quirúrgica de Alexander Arnold. El Dortmund, mientras tanto, lucía desorientado, sin capacidad de respuesta. Ni Adeyemi ni Guirassy encontraban espacios, y Süle sufría en defensa. El Real Madrid se marchó al descanso con una ventaja de 2-0 y la sensación de tener el billete a semifinales en el bolsillo.


El segundo tiempo comenzó con cambios tácticos por parte del técnico alemán del Dortmund, que adelantó líneas y buscó con más ímpetu el área rival. Con el cronómetro avanzando, el ritmo bajó. El Real Madrid se mostró más conservador, apostando por el control y esperando el desgaste del rival. La entrada de Kylian Mbappé al terreno de juego pareció destinada simplemente a dar un golpe de efecto. Y lo dio, aunque no como se esperaba.


Cuando el partido parecía definido, llegó el caos. En el minuto 90+2, Maximilian Beier aprovechó un descuido defensivo para poner el 2-1 y darle vida al Dortmund. Apenas dos minutos después, Mbappé, que había tenido pocas intervenciones, sacó una volea majestuosa en el área y puso el 3-1. El gol parecía sentenciar, pero el partido aún no había terminado.

En el 90+5, Dean Huijsen cometió penalti tras derribar a Guirassy dentro del área. El árbitro no dudó: penalti y roja directa para el joven central madridista. Guirassy lo transformó sin titubear, poniendo el 3-2 en el 90+8 y dejando al Madrid con diez jugadores. Con el Madrid descompuesto, el Dortmund tuvo una más. Un balón largo fue aprovechado por Reus, quien quedó mano a mano con Courtois en el 90+10. El belga, imperial, se hizo enorme y salvó con una estirada milagrosa lo que habría sido el empate y el caos absoluto.


El Real Madrid mostró dos caras: una primera de superioridad, dominio y contundencia; y otra, en el tramo final, de desconcierto y fragilidad. El equipo de Xabi Alonso está en semifinales, pero sabe que ante el PSG no puede permitirse un bajón de concentración como el que casi les cuesta la clasificación hoy.


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