Gabriel Misehouy se marcha cedido al Aris FC
- David Figueirinha

- 22 jul
- 2 Min. de lectura
El Girona apuesta por su crecimiento en la Superliga griega. Gabriel Misehouy cambia Montilivi por Salónica.

El Girona ha oficializado este lunes la cesión del futbolista neerlandés de 18 años al Aris FC, equipo de la primera división griega. Este movimiento, se venía anunciando desde hacer varias semanas, es una estrategia del conjunto catalán: permitir que se forme en un entorno competitivo, exigente y con oportunidades reales de protagonismo.
Formado en la cantera del PSV Eindhoven, Gabriel Misehouy aterrizó en Girona como una apuesta de futuro. En las filas del filial ha dejado pinceladas de su clase: visión de juego, último pase, llegada al área, regate en espacios reducidos. La pasada temporada acumuló 41 partidos entre el Girona B y convocatorias esporádicas con el primer equipo, aunque aún sin debutar de forma oficial en LaLiga. Su proyección está fuera de toda duda. Por eso el club, bajo la dirección deportiva de Quique Cárcel y el respaldo del City Football Group, ha optado por una cesión internacional que le permita foguearse, adquirir experiencia y, sobre todo, ganar minutos que en Montilivi serían más difíciles de conseguir a corto plazo.
El destino escogido no es casual. El Aris FC, habitual en la parte alta de la Superliga griega y con presencia frecuente en competiciones europeas, ofrece un contexto ideal: un fútbol físico, con alto ritmo competitivo, en una liga donde los jugadores jóvenes tienen espacio para crecer. Allí, Misehouy podrá competir contra equipos como el Olympiacos, el PAOK o el Panathinaikos, y lo hará bajo la presión de una afición apasionada y exigente. Se espera que tenga un rol importante desde el inicio de temporada, reforzando la zona de tres cuartos del campo con su creatividad y verticalidad.
Para el Girona, esta operación encaja perfectamente en su modelo deportivo. No es la primera vez que el club opta por ceder a una joven promesa para acelerar su proceso de maduración. Ya lo hizo en su día con jugadores como Arnau Martínez o Yan Couto, y el resultado fue altamente positivo. Se trata de construir futbolistas completos no solo técnicamente, sino también mental y físicamente, capaces de rendir cuando se les presente la oportunidad en el primer equipo. La idea con Misehouy es clara: que vuelva en verano de 2026 con rodaje internacional, y con opciones reales de ganarse un hueco en la plantilla dirigida por Míchel. El club no se ha planteado, por el momento, una venta definitiva ni una cesión con opción de compra. El objetivo es que crezca... y regrese.
El movimiento parece beneficioso para todas las partes. El Girona libera espacio en su plantilla y permite que uno de sus talentos más prometedores se foguee. El Aris gana un futbolista de gran potencial sin necesidad de inversión a largo plazo. Y Misehouy, sobre todo, gana tiempo, minutos y oportunidades en un momento clave de su carrera.
Ahora le toca responder en el césped. Grecia será su escenario, y Salónica, su casa durante al menos un año. El Girona ya le ha deseado suerte. El resto dependerá de su fútbol.




Comentarios