João Neves es uno de los nombres más comentados en el mundo del fútbol, y no es para menos. Su capacidad para hacer que todo parezca sencillo lo convierte en un jugador especial. El mediocampista portugués llegó al PSG por 60 millones de euros y, a sus 20 años, ya ha demostrado que cada céntimo invertido ha valido la pena.
Nacido en Tavira y formado en la cantera del Benfica, João Neves ha ido escalando posiciones hasta consolidarse en la élite del fútbol. En 2022 debutó con As Águias y, desde entonces, no dejó de crecer. Se convirtió en pieza clave del equipo de Roger Schmidt y, el 16 de octubre de 2023, recibió su primera convocatoria con la selección portuguesa. Con solo 19 años, ya era considerado una de las mayores promesas del fútbol mundial. Durante el mercado invernal de la temporada 2023/2024, el Manchester United mostró un gran interés en ficharlo, pero el elevado precio exigido por el Benfica frenó la operación. Tras disputar la Euro 2024, el PSG apostó fuerte por él, pagando 60 millones de euros más variables. Su impacto en el equipo de Luis Enrique ha sido inmediato, formando junto a Vitinha una de las duplas más sólidas y prometedoras de Europa. Esta temporada ha superado sus registros previos, sumando 3 goles y 8 asistencias. En apenas dos años, ha pasado de ser una joya oculta en Portugal a consolidarse como uno de los mejores interiores del mundo.
¿Por qué está teniendo este impacto João Neves en el PSG?
Su juego es ideal para lo que le pide Luis Enrique: es un creador de juego exquisito y un especialista en hacer buenos a sus compañeros. Mueve el balón con rapidez, sin complicaciones, y entiende muy bien el juego sin balón. Lo más destacable es que todos sus movimientos tienen un porqué; no actúa por impulsos ni con jugadas de intensidad sin sentido, sino que anticipa la jugada antes de que el rival pueda siquiera intuirla, y eso está al alcance de muy pocos. No es solo un gran creador, sino que también le encanta aparecer en segunda línea por detrás de los atacantes. Por eso es perfecto para el esquema del PSG: en un equipo tan vertical y ofensivo, João aporta equilibrio y control a un conjunto centrado en los contragolpes y con una presión ofensiva muy alta. Además, Luis Enrique valora especialmente su capacidad para el toque rápido y preciso, dos virtudes en las que Neves destaca con creces.
Más allá de su juego con la pelota, João Neves contribuye mucho en el apartado defensivo y físico. Es un experto en la recuperación de balones y aporta esa figura de mediocampista defensivo cuando el equipo parisino no tiene la pelota. No solo eso, sino que domina muy bien las situaciones de cuerpo a cuerpo y los duelos defensivos 1vs1. Es el tipo de jugador que incomoda constantemente a su rival, buscando el contacto físico y molestando en la conducción de su marca. Físicamente, su tren inferior le permite proteger el esférico con gran solvencia. Es muy difícil arrebatarle el balón y, en caso de conseguirlo, muchas veces el rival acaba cometiendo falta en el intento.
¿Cuál es su techo?
La posición de interior está repleta de grandes talentos, pero si algo es seguro, es que João Neves seguirá creciendo y probablemente consiga grandes premios colectivos si mantiene esta línea. Cuando lo veo, me recuerda a una mezcla entre De Jong y Gavi: la inteligencia del holandés y el compromiso y trabajo del joven español. Sin embargo, mi teoría es que necesitará potenciar aún más su inteligencia técnica, por lo que me gustaría que evolucionara hacia un perfil similar al de Ivan Rakitic, pero con un mayor reconocimiento.
En un mundo donde cada vez se premian más las jugadas espectaculares, los golazos y las filigranas llamativas, João Neves es un jugador que hace que todo parezca fácil, casi simple. Pero lo que muchos aficionados no saben es que la simpleza de jugadores como él es la que mantiene el equilibrio para que podamos disfrutar de todas esas jugadas vistosas y goles memorables. Yo seré siempre de los que premian a futbolistas como el portugués: su fútbol es un espectáculo en sí mismo. Si os fijáis detenidamente en él, os daréis cuenta del pedazo de jugador que tiene Luis Enrique entre manos. Aunque, claro, el asturiano ya lo sabe muy bien.
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