Kylian Mbappé y la sobrecarga del fútbol moderno
- David Díaz
- 4 sept
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Sus palabras ponen sobre la mesa un problema cada vez más evidente: la sobrecarga física y mental a la que se ven sometidos los futbolistas de élite

En declaraciones recientes, Kylian Mbappé lanzó una reflexión que resuena en el corazón del debate sobre el fútbol contemporáneo: “No sé si estamos preparados para jugar 60 partidos. No recuerdo haber visto nunca a un jugador rendir al máximo durante 60 partidos. Necesitamos más descanso”.
En la última década, el calendario futbolístico ha crecido sin freno. Ligas nacionales, copas, torneos continentales, partidos internacionales, fases de clasificación, torneos veraniegos y giras comerciales: los grandes jugadores apenas tienen semanas libres entre una temporada y otra.
El delantero francés plantea una cuestión clave: ¿es posible mantener la excelencia en cada partido cuando no hay tiempo para descansar y recuperar? La ciencia del deporte indica que la fatiga acumulada no solo disminuye el rendimiento, sino que también aumenta el riesgo de lesiones graves.
La paradoja es evidente: el fútbol busca más partidos para generar más ingresos, pero a costa de un espectáculo donde las estrellas rara vez pueden estar en su mejor versión.
El desafío para las instituciones futbolísticas será encontrar un punto medio entre negocio y salud. Los aficionados quieren ver a sus ídolos en plenitud, no arrastrándose por el campo agotados tras una maratón de partidos.
Las palabras de Mbappé no son una simple queja: son una advertencia de que el fútbol corre el riesgo de desgastar a sus protagonistas más rápido de lo que los forma.
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