Liverpool tumba al Atlético en un final agónico (3-2)

El Liverpool salió con una intensidad altísima. En los primeros seis minutos ya había logrado abrir una ventaja de 2-0 que dejó helado al Atlético: el 1-0 lo puso el lateral escocés, Andrew Robertson y el segundo gol no tardaría en llegar, Mohamed Salah, en apenas dos minutos después, aprovechó la presión alta, recogió un balón en el área tras una jugada colectiva y batió a Oblak.

Conforme pasaba el primer tiempo, el equipo dirigido por Diego Simeone mejoró. Antes del descanso logró meterse en el partido gracias a un gol de Marcos Llorente, que culminó una jugada colectiva asistido por Raspadori. Eso elevó la moral colchonera, dejándolos con esperanzas para la segunda mitad.

En la reanudación el Atlético trató de volcar el juego, presionando arriba e intentando contragolpes. El Liverpool controlaba algo más el balón, pero sufrió momentos de zozobra defensiva.

Tras no perder la fe y aguantar el asedio del Liverpool, el Atlético encontró su premio: Llorente volvió a marcar en el minuto 81, consolidando una jugada que pasó con algo de fortuna (un rebote) y dejando al portero Alisson sin reacción. El partido se ponía al rojo vivo: en esas alturas parecía que el Atlético podía rascar algo en Anfield.

Cuando todos se encaminaban al reparto de puntos, el Liverpool encontró el impulso justo en el tiempo añadido. El central y capitán del Liverpool, Virgil Van Dijk, tras un cabezazo potente en el descuento, sellaba la victoria para los ingleses. Al terminar la jugada, hubo tensión: Diego Simeone fue expulsado tras mostrar gestos de protesta con el árbitro.