7 goles en contra en los primeros 2 partidos, un nivel de juego muy pobre y un plantel diezmado, hace que los "Toffees" coqueteen con un posible descenso como viene sucediendo hace 2 temporadas.
Una nueva temporada en la Premier League dio inicios hace 2 fechas y uno de los equipos que de entrada recibió cachetazos de ahogado en todo sentido es el Everton. Deducción de puntos por incumplimiento de Fair Play Financiero, una cúpula dirigencial inoperante y resultados deportivos que desilusionan a los hinchas, hacen que las expectativas del otro lado de Merseyside sean muy bajas, a tal punto de terminar las temporadas rascando la olla para zafar.
Para hacernos una idea, la última "buena" temporada del club fue la del 20/21, en la cuál terminó en el puesto 10 de la tabla con 59 puntos y quedándose a solo 3 puntos de la Conference League.
¿Cuándo comenzaron los problemas? Al año siguiente. En un final de temporada para el infarto, como nos tiene acostumbrado la liga inglesa, los Toffees terminaron salvándose de bajar al Championship con 4 puntos. Uno creía que lo peor ya había sucedido y que la próxima temporada se tenía que dar el giro de 360° para revertir aquel momento futbolístico, pero todo empeoró.
La temporada 22/23 quedó marcada por escándalos en todo sentido. Como dije anteriormente, el club recibió una durísima sanción, que le costó una deducción importante de puntos, sumado a una inyección económica que de nada sirvió y un rendimiento deplorable. En medio de las turbulencias que se vivían en la vereda azul de Merseyside, asumió el experimentado entrenador inglés Sean Dyche, quien logró sacar los puntos justos y condenar al descenso a un club histórico como el Leicester City.
La temporada pasada logró salvarse cómodamente, pero dando a entender que el equipo iba a sufrir más y así lo está siendo. Actualmente cuenta con un plantel corto en ciertas facetas del equipo, siendo la más complicada la delantera, y viene de perder a uno de sus mejores jugadores: Amadou Onana, quien se incorporó al Aston Villa de Unai Emery. Sumado al corto plantel con el que cuenta el entrenador, mercados de pases desastrosos y crisis económica de por medio, es un equipo que no juega a nada y así lo estamos viendo desde hace 2 fechas. Y para variar, es uno de los equipos que menos goles hace y uno a los cuales más le convierten.
¿Cómo terminarán los Toffees ésta temporada? ¿Será el año donde reciban la bienvenida del Championship?
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