Benfica-Chelsea: Los Blues se clasifican a los cuartos de final tras una noche interminable y una prórroga llena de tensión

Al término de un partido interrumpido durante dos horas, en el que Benfica logró forzar la prórroga en el último suspiro, los Blues acabaron por poner fin al sueño de Ángel Di María: Chelsea disputará los cuartos de final del Mundial de Clubes, donde se enfrentará a Palmeiras.

Este sábado estuvo marcado por los primeros octavos de final del Mundial de Clubes. Mientras Palmeiras logró su clasificación para la siguiente ronda tras imponerse en un duelo ante su vecino Botafogo, Chelsea se enfrentó al Benfica. Un encuentro apasionante entre dos equipos europeos que brillaron durante la fase de grupos. Aunque los Blues fueron sorprendidos por Flamengo en la fase inicial, supieron redimirse ante el Espérance de Tunis y se medían ahora a un Benfica reforzado por una victoria de prestigio frente al Bayern de Múnich.

Sin embargo, los lisboetas mostraron una cara mucho menos brillante que la que ofrecieron ante el Bayern este sábado. Superados desde los primeros minutos, los hombres de Bruno Lage cedieron rápidamente la posesión a sus rivales. Liderados por un Pedro Neto muy activo, los londinenses comenzaron a generar sus primeras ocasiones. Finalmente, Antonio Silva y Anatolii Trubin lograron mantener el empate con varias intervenciones heroicas (min. 20, 21 y 39). Así, ambos equipos se fueron al descanso con el marcador en cero, aunque el desarrollo del juego estuvo claramente dominado por los ingleses.

Chelsea rompe el cerrojo con un magnífico tiro libre

Al regresar del descanso, la dinámica del partido no cambió. Colectivamente superiores y más incisivos en ataque, los Blues siguieron generando peligro cerca del área portuguesa. Sin embargo, el partido pudo dar un giro en el minuto 59, cuando Robert Sánchez estuvo a punto de cometer un error garrafal al soltar un centro largo de Aursnes, aunque logró evitar el gol en propia puerta. Finalmente, Chelsea fue recompensado cinco minutos más tarde por su buen desempeño. Desde un tiro libre en el costado izquierdo, Reece James ejecutó un disparo con rosca impecable que superó a Trubin, quien no logró cerrar su ángulo (0-1, 64’). Los Blues, lógicamente en ventaja, incluso pensaron haber duplicado la ventaja al minuto 80, pero el gol de Liam Delap fue anulado por fuera de juego.

Igualdad in extremis y un final de locura

Después de una interrupción de dos horas por fuertes tormentas, el partido dio un giro tras la reanudación. En el último suspiro del tiempo reglamentario, una mano de Malo Gusto permitió a Benfica igualar gracias a un penalti transformado con sangre fría por Ángel Di María (1-1, 90+5’). En la prórroga, ambos equipos ofrecieron una intensa batalla, pero la balanza se inclinó rápidamente. Gianluca Prestianni fue expulsado en el minuto 92 por una segunda amarilla tras una falta innecesaria, lo que dejó a Benfica con diez. Chelsea aprovechó esta ventaja y, tras un fallo de Trubin, Christopher Nkunku se impuso a Otamendi en el área para marcar su 15º gol de la temporada (1-2, 108’).

Chelsea se desata y Benfica se hunde

Con un Benfica agotado física y moralmente, los londinenses sentenciaron el partido en los minutos finales. Pedro Neto culminó un contragolpe perfecto para el 1-3 en el minuto 115, y apenas dos minutos después, Kiernan Dewsbury-Hall firmó el 1-4 definitivo. Con esta victoria espectacular, Chelsea avanza a los cuartos de final del Mundial de Clubes, donde enfrentará a Palmeiras. Para Benfica, y especialmente para Ángel Di María, fue una despedida amarga: entre lágrimas, el argentino jugó su último partido con el club lisboeta, cerrando su participación en el torneo con una dolorosa eliminación.