El carbonero se queda con el primer partido (1-0)
- La Volea

- 13 ago
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En el estadio Campeón del Siglo, Peñarol venció 1-0 a Racing en el duelo de ida de los octavos de final, gracias a un gol de David Terans, y viajará con ventaja a la revancha en Avellaneda.

El encuentro estuvo marcado por un equilibrio constante y un juego físico que condicionó el ritmo y la generación de ocasiones claras. La intensidad del partido se tradujo en un alto número de faltas, con un total de 34 infracciones cometidas por ambos equipos, lo que evidenció la dureza del duelo y la lucha por el control del mediocampo.
El arbitraje de Raphael Clauss se convirtió en un foco de controversia durante el partido. Su actuación estuvo marcada por una aplicación irregular de las tarjetas amarillas, mostrando una clara disparidad en la forma en que sancionó las faltas de cada equipo. En momentos clave, sus decisiones generaron incertidumbre y molestias entre jugadores y aficionados, al parecer más preocupado por imponer su presencia que por dejar fluir el juego.
Además, el partido se caracterizó por la escasez de remates al arco, con apenas tres disparos a puerta en todo el encuentro. Este dato refleja no solo la fortaleza defensiva de ambos conjuntos, sino también la dificultad para crear espacios y generar peligro en campo contrario. Solo uno de esos pocos intentos logró batir al portero, definiendo así el resultado final y dejando la eliminatoria abierta para la vuelta.
Figuras del partido
Aunque el gol lo convirtió David Terans, el más destacado en Peñarol fue Maximiliano Olivera. El lateral neutralizó con solvencia las subidas de Gastón Martirena, ganó todos sus duelos terrestres, se impuso en tres de cinco aéreos, registró cinco despejes y recuperó siete balones.
En la “Academia”, el mejor fue Santiago Sosa, que volvió a firmar una actuación sobresaliente como líbero. Despejó 23 pelotas, interceptó cuatro, recuperó tres y sostuvo a una zaga que no tuvo su mejor noche.
Las decepciones
Por el lado de Racing, Nazareno Colombo tuvo una jornada para el olvido: inseguro en la marca, cometiendo faltas innecesarias y perdiendo varios duelos mano a mano, quedó en entredicho para el once titular de la vuelta.
En Peñarol, el más flojo fue Leonardo Fernández, lejos de su explosividad habitual, incapaz de aprovechar su pegada en pelota parada y obligado a salir lesionado a los 20 minutos. Una noche gris para uno de los jugadores clave del Carbonero.
La serie se definirá la próxima semana, con Racing obligado a remontar y Peñarol dispuesto a defender la mínima ventaja que consiguió en Montevideo.




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