El Newcastle sigue en modo apisonadora

Victoria por 5-0 ante el Crystal Palace para soñar con jugar la Champions.

El encuentro aplazado de la jornada 29 ha finalizado y el Newcastle pasó por encima del Crystal Palace para asaltar la tercera posición de la Premier League y consagrarse como uno de los favoritos para hacerse con uno de los cinco puestos de UEFA Champions League que este año otorgará Inglaterra.

Contundente goleada que inició Jacob Murphy, quien sigue en un gran estado de forma en la presente temporada con 10 asistencias y 7 goles, insistió en diversas ocasiones por la banda derecha y aprovechó una mala colocación de Dean Henderson para rematar a portería y no dar opción de poder ni siquiera reaccionar.

Parecía que el Newcastle se veía cómodo en el encuentro, incluso por un momento llegaron a bajar las revoluciones, algo que no llegó a salir de la mejor manera, una mala salida de Nick Pope en el minuto 35 dio lugar a un penalti a favor del Crystal Palace tras haber sido revisada la jugada en el VAR. Finalmente Pope detuvo el tiro de Eze y se mantuvo el resultado.

Tras el penalti, un vendaval arrasó en St James' Park antes de llegar al descanso. El primero llegó tras un remate a portería de Harvey Barnes que con mala fortuna rebotó en el defensor Marc Guéhi y finalmente fue declarado como autogol. Segundo autogol de Guéhi esta temporada en Premier League, casualmente el otro fue en el encuentro de ida.

Barnes siguió con su racha particular y fue el autor del tercer gol mientras el cuarto árbitro anunciaba el tiempo añadido. Todo llega tras una carrera iniciada por la banda izquierda donde encara hasta la portería de Henderson y batirlo a placer. La ventaja se ampliaba y a los de Glasner se les ponía más aún cuesta arriba el encuentro.

Por si no fuera poco el 3-0, justo antes de que Darren England indicara el camino a los vestuarios, una falta lanzada por Jacob Murphy y cuyo esférico fue hacia la cabeza de Fabian Schär para batir de nuevo a Henderson, no dar opción a los defensores de reaccionar y sentenciar el encuentro de manera definitiva.

Una manita finalmente que se encargó de redondear Alexander Isak a los 13 minutos del segundo tiempo y firmar su gol número 21 esta temporada en la Premier League. Sin duda uno de los mejores encuentros y un regalo para Eddie Howe que sigue ingresado en el hospital debido a una neumonía.