El PSG destroza al Real Madrid: Una lección de fútbol total en la noche más negra de Xabi Alonso

Los de Luis Enrique destruyen el esquema de Xabi Alonso y se meten en la gran final del Mundial de Clubes

Los parisinos firmaron una de las noches más memorables de su historia. Lo hicieron con una contundencia que rozó la humillación: 4-0 al Real Madrid, sin estrellas galácticas, pero con una idea de juego clara, feroz y colectiva. Fue una exhibición de presión alta, automatismos tácticos y aprovechamiento quirúrgico de errores rivales. El PSG de Luis Enrique desarmó la estructura del Madrid de Xabi Alonso por completo. A eso se le suma su primera gran catástrofe como entrenador blanco.

El partido comenzó con un retraso de 10 minutos por problemas de acceso al estadio. Pero lo que se retrasó fuera, se aceleró dentro. El PSG salió como una manada hambrienta, mordiendo cada salida, asfixiando cada pase y obligando al Real Madrid a errores infantiles. Apenas iban seis minutos cuando Fabián Ruiz aprovechó un balón suelto en el área tras un fallo en la salida de Asencio para abrir el marcador. El golpe fue temprano, pero el segundo llegó tres minutos después: Dembélé culminó una jugada fugaz y letal tras una nueva pérdida imperdonable en campo propio. El Madrid parecía aturdido, no por la velocidad del rival, sino por su incapacidad para leer el partido. La defensa blanca, especialmente frágil por banda izquierda, fue un coladero constante. En el minuto 22, otro robo parisino terminó con Fabián, de nuevo, entrando como un rayo al área para marcar el tercero. Un doblete inesperado, pero merecido. Y con solo 20 minutos jugados, la semifinal estaba prácticamente resuelta.

Lo más sorprendente no fue el dominio del PSG, sino la ausencia total de reacción del Real Madrid. No hubo orgullo, ni remontada épica, ni chispa individual. Bellingham, completamente desconectado. Vinicius y Mbappé, aislados, sin espacios ni recursos. El centro del campo blanco fue un territorio ocupado por los de Luis Enrique. En defensa, Fran García vivió una pesadilla con Dembélé y Hakimi. Rüdiger alternó errores de concentración con pases imprecisos. Asencio superado. Y Courtois hizo todo lo posible, pero no pudo sostener el muro. Ya en la segunda mitad, con el Madrid estirado en busca de una remontada imposible, Luis Enrique movió el banquillo para refrescar piernas sin perder el control. Entraron Barcola, Zaïre-Emery, Mayulu, Kang-In Lee y Gonçalo Ramos, que puso la guinda en el minuto 87.

Por un lado, el Real Madrid, con el regreso de Carvajal y Militão, obtiene una luz de esperanza: aunque el lateral estuvo superado y el central, pese a sus pocos minutos, demostró que sigue teniendo nivel. Por otro lado, el PSG, con esta victoria se mete en la gran final del Mundial de Clubes 2025, donde se enfrentará al Chelsea este domingo 13 de julio.